Capilla de San Jesucristo


Capilla de San Jesucristo siglo XII. Separada unos metros del conjunto monástico, encontramos un capilla que en realidad es la primera iglesia que se construyó para el monasterio.

 

De planta cuadrada, se cubre con bóveda de medio cañón que remata en un ábside semicircular. Este se cierra por una bóveda de cuarto de esfera sostenida por cuatro nervios planos que descansan en columnas adosadas al muro testero y con capiteles lisos de estructura troncopiramidal invertidos. Entre los paños que forman los nervios, tres vanos abocinados y con gran derrame permiten la entrada de luz del exterior. En el testero del ábside dos pequeñas hornacinas abiertas en el muro y otra más situada en uno de los laterales servían para apoyar los utensilios eucarísticos y las reliquias.

 

Al exterior destacan ocho grandes contrafuertes que rodean el edificio y la serie de modillones que corren bajo el alero. En el exterior del ábside podemos ver diversas marcas de canteros que se repiten en la gran iglesia abacial lo que nos da a entender que los mismos canteros que trabajaron en esta obra lo hicieron en la abacial románico-gótica. También conviene decir que las similitudes entre el ábside de esta capilla y el ábside mayor de la abacial son más que evidentes.