Las dependencias que dan al claustro


La sala capitular se abre a la panda de Levante, es apodada "La Preciosa" y se considera una de las más antiguas de su género en la península. Es la original románica del siglo XII. Su fachada la componen cuatro grandes vanos con arcos de medio punto y un vano central de entrada también de medio punto. Los arcos descansan en grupos de columnas en número de cinco que adoptan forma de cruz griega. En la clave de la entrada una ménsula saliente representa al Ángel de la Paz que en origen se encontraba policromado. 

   

Su interior desarrolla una planta cuadrangular con cuatro columnas centrales monolíticas, más ocho columnas adosadas a los muros que forman un total de nueve tramos. Las bóvedas son de crucería con gruesos nervios que descansan en capiteles con decoración muy sencilla. Podemos ver algunas laudas sepulcrales en el suelo de monjes enterrados.

 

Junto a la Sala Capitular encontramos tres puertas que conducían a tres espacios de la vida monacal, el primero de ellos daba acceso al dormitorio de los monjes del siglo XII. El acceso al dormitorio se realizaba mediante una escalera, lo que permitía la entrada a una gran sala rectangular que se encontraba en la parte superior de la Sala Capitular. El dormitorio hoy ha desaparecido y solo restan algunos vestigios de su existencia, así podemos ver desde el transepto de la iglesia, la puerta hoy tapiada de comunicación entre el dormitorio y la iglesia y que era utilizada para las oraciones nocturnas. El abad Martín de Rada (1526-1536) realizó una ampliación en el dormitorio. La segunda puerta era el locutorio, sala rectangular cubierta con bóveda de medio cañón donde el prior repartía las tareas diarias de los monjes. La tercera puerta daba acceso a un pasillo que permitía la salida al exterior donde se encontraba la huerta de plantas medicinales y la enfermería. 

 

• Sala de Monjes (siglo XII). Desde este pasillo se tenía acceso a la sala de monjes o scriptorium. Esta sala está formada por dos naves de tres tramos cada una que se cubren con bóvedas de crucería que se apoyan en dos columnas centrales exentas, mientras que a los muros descansan sobre ménsulas de rollos. Los capiteles de las columnas se adornan con hojas de azucenas y piñas en uno de ellos, mientras que el otro luce un Agnus Dei con su cruz de estandarte. La sala de monjes era utilizada por los copistas para componer los libros. Junto a la sala de monjes se encontraba al calefactorio hoy desaparecido que era usada como sala de descanso en los largos días de invierno que eran aprovechados par leer o meditar. 

 

Cocina (siglo XII). Situada en la esquina de la panda norte, es una sala rectangular de dos tramos apuntados que se cubren con bóvedas de crucería cuyos nervios planos apoyan en ménsulas adosadas a los muros. Las ménsulas son de estructura de cono invertido y algunas de ellas se decoran con hojas muy esquematizadas. La chimenea se encontraba en el centro de la sala pero en el siglo XVI se cambió su ubicación colocándola en la pared que hace medianera con el claustro. Junto a la cocina se encontraba el refectorio (siglo XII) hoy desaparecido y que como era habitual se encontraba vertical al eje de la iglesia. De esta sala solo queda un muro, el arranque de los arcos y los canales del sistema hidráulico de salida de aguas. El refectorio y la cocina solía tener una ventana de comunicación para pasar los alimentos. 

 

La antigua bodega. En la panda Occidental encontramos un portalón que da acceso a un pasillo que permite la comunicación con el jardín exterior a través de un arco semicircular en cuya clave encontramos el escudo del monasterio y la fecha de 1591. Además en este pasillo se encuentra el acceso a la antigua bodega. Esta es una sala gótica que se encuentra a un nivel más bajo y que era utilizada para la elaboración y almacenamiento del vino. Hoy es utilizada como sala multiuso.