La sacristía nueva de planta cuadrangular y situada en la nave de la epístola, fue mandada construir por el abad Gaspar Gutiérrez (1596-1607). La puerta de acceso es de estilo clásico rematado por un frontón triangular que apoya en un arquitrabe de métopas de rosetas y triglifos. Destacan las dos hojas de madera de la puerta que se encuentran talladas formando seis paneles donde se narran diversas escenas de la vida de San Bernardo.
El interior de la sacristía se cubre con falsa cúpula de ladrillo y mampostería que conserva restos de pintura manierista realizados en el siglo XVIII. Divide horizontalmente la sala una imposta de corte clásico con métopas y triglifos iguales a los que hemos podido observar en la puerta de entrada. Las pinturas de la bóveda se encuentran muy deterioradas, en ellas podemos ver figuras de ángeles y jarrones. Dos ventanales rectangulares permiten la iluminación de la sacristía, conocida como Nueva por ser la última estancia en ser construida.