Uno de los aspectos esenciales de nuestra vocación particular es la acogida, para la cual cuentan nuestros monasterios con hospederías en las que dar cabida a todos aquellos que van buscando unos días de paz, oración y reflexión, en un clima de silencio.
Nuestra hospedería tiene como fin acoger a cuantos buscan un ambiente propicio y un lugar adecuado para la reflexión personal, retiro espiritual, descanso sereno y tranquilo.
A todos los huéspedes que se presenten en el monasterio ha de acogérseles como a Cristo, porque Él lo dirá un día: «Era peregrino, y me hospedasteis». (…) Pero, sobre todo, se les dará una acogida especial a los pobres y extranjeros, colmándoles de atenciones, porque en ellos se recibe a Cristo de una manera particular.
(Regla de San Benito, LIII)
Practicamos una acogida universal: nuestra casa está abierta a todos. Deseamos proporcionar un espacio de silencio, de serenidad y de sencillez donde todos se puedan sentir a gusto.
Tu estancia en el monasterio puede ser un encuentro contigo mismo y con Dios, fuente de comunión con todos los seres humanos y con la naturaleza.
Los huéspedes, si lo desean, pueden participar en la liturgia de los monjes. Además también ofrecemos la posibilidad de diálogo/acompañamiento espiritual con un monje.
Nuestra hospedería dispone de 20 habitaciones.
La hospedería de nuestra comunidad está ubicada en un edificio restaurado del siglo XVIII. Nuestra capacidad de acogida está en unas quince personas de modo que podamos ofrecer una atención adecuada, y un clima de oración, silencio y paz a los que desean pasar unos días en ella...por un espacio de ocho dias.
Acogemos varones y mujeres, y como la finalidad para la que acogemos es la oración y el retiro, nos parece que las estancias no se deben alargar más allá de un espacio de ocho días, salvo circunstancias especiales.
Uno de los aspectos esenciales de nuestra vocación particular es la acogida, para la cual cuentan nuestros monasterios con hospederías en las que dar cabida a todos aquellos que van buscando unos días de paz, oración y reflexión, en un clima de silencio.
La hospedería de nuestra comunidad está ubicada en un edificio restaurado del siglo XVIII. Nuestra capacidad de acogida está en unas quince personas de modo que podamos ofrecer una atención adecuada, y un clima de oración, silencio y paz a los que desean pasar unos días en ella.
En todo momento, nuestra oración litúrgica comunitaria es abierta a las personas que quieren participar en ella; y procuramos ofrecer a los huéspedes del monasterio que lo solicitan, acompañamiento espiritual, y servicio ministerial de los monjes sacerdotes designados para ello en la comunidad.